Gracias a una máquina que procesa el ADN más rápido que cualquier otra, científicos de Estados Unidos han podido atrapar la estructura genética de los tejidos cancerosos y, así, proponer tratamientos y medicinas más personalizadas.
Esta nueva máquina a traido muchos beneficio en la ciencia de la medicina, ya que permite detectar oportunamente enfermedades graves para poder contrarrestar sus efectos y de esta forma se mejora en gran medida la calidad de vida del Ser Humano.
Con una máquina que lee el ADN mil veces más rápido y a menor costo, el Instituto del Genoma de la Universidad de Washington dibujó la estructura genética de varios tejidos cancerígenos para buscar mutaciones. De esa manera, los investigadores, liderados por la doctora Eliane Mardis, ayudarían a identificar los tratamientos y los medicamentos más adecuados para cada paciente.
Ya es una técnica común en la oncología. Si Mardis y su equipo logran determinar las mutaciones que alimentan al cáncer, sin confundirlas con los errores frecuentes que se producen durante la secuenciación, también les develaría algo más interesante: la forma en que el cáncer se desencadena.